mi biblioteca y un rico tiempo que los nutre.
Una brizna de hierba que me regaló una muchacha
de ojos claros.
Con ella y con los penachos de la última cosecha de maíz
mis aves construyen sus refugios.
Tengo también un papel que sueña ser un barco
y en él una mano desconocida escribió: te espero.
Algunos versos acompañan mis pertenencias,
pero es mejor no citarlos ya que serán otros mañana.
Hay un río, como uno de los bienes por fuera del comercio,
que nace en la lustrosa cabellera de la más joven de las hechiceras.
Además, en el marco de la ventana florece el jazmín
que recuerda el olor de una vieja fotografía.
Para ser preciso, mi casa del barrio de los salesianos sólo
existe, con su mobiliario y sus espejos, desde el sueño
donde la arena dibuja tu cuerpo.
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Publico este poema de mi amigo personal Omar Ortiz poeta, para más señas,
éste amigo mío no gusta de los poemas de amor, así que como curiosidad publico este
que es un poema de amor de un hombre completamente enamorado. No se llame a errores
ni a equívocos. Luego publicaré uno de los normales.
La caminante, el 8 de noviembre de 2008.
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