Cuando Telémaco viajó a España
Para indagar acerca de la suerte de su padre
-del cual pasaban los años sin noticia alguna-,
Helena y Menelao lo acogieron en su casa.
El episodio, uno más entre tantos otros de la Odisea,
Es el único en el cual Homero alude
A la mujer cuya belleza causó una guerra.
Sin embargo, nada dice acerca de su aspecto,
Y si pudo evitar el estrago de los años.
Homero calla, no sabemos si por piedad
O porque es vano, cosa inútil,
Desmentir la leyenda.
Si Helena produjo la envidia de Afrodita,
¿para qué detenerse ahora en vejeces
Y relatar esa suerte común a todos los mortales?
Cuidar del destello olímpico,
Conservar encendido lo perenne,
Es tarea del aeda.
Supongamos que Homero, al callar,
Así quiso dejárnoslo dicho.
Elkin Restrepo, pág. 171. Sesenta poetas colombianos. Una antología. Caza de libros. 2010. Ibagué Colombia.
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