No perdures demasiado tiempo en el paraíso.
Toma pues los huesos de tu padre que aún yacen vencidos, me dije,
y vete, camina hacia tierras múltiples, hacia penínsulas hendidas como serpientes de marea.
Sembrarás allí semillas de árboles que reinen en altura con los más grandes sueños.
Pintarás sólo un cuadro y un poema: una mujer sonriente entre los girasoles.
Peces veteados vendrán a tus anzuelos
y de tus naves tirarán las corrientes
para que el tiempo sea liviano y asombres al bufeo.
haz todo lo que quieras y algo más.
No perdures demasiado en el paraíso
ni cultives otras flores que cambien demasiado tu suerte.
Alfredo Vanin
(Río Saija, Guapi)
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