jueves, septiembre 05, 2013

Poemas por Ciudad Juárez

El sábado 28 de septiembre de 2013 estaremos leyendo poemas
en la integración del tercer encuentro de escritores por Ciudad Juárez
para irnos animando publicamos estos poemas
Desde Cali, Colombia, a las 17 horas en la terraza de la biblioteca departamental


La guitarra


Para la herida
de la cárcel
te envío una guitarra
–a manera de bálsamo–
y escondida en ella
la incapturable
manera de amarte,
porque el sonido
existe sin el tiempo
como la libertad buscada.

Y si no llega
a tus manos
la guitarra
no olvides cantar
las canciones
aprendidas
en las épocas difíciles
al pie de aquellos muros,
sin más voz
que el eco del amor
en el silencio 


Antonio Bolívar



LA TAREA

 

La tarea de las aves

es llevarnos a volar

sobre la libertad de sus gorjeos,

regalarnos en su vuelo

la majestuosidad de sus colores.

 

La tarea de los maestros

es llenar los cuadernos de sus alumnos

de sensibilidad ante la belleza

y ante el dolor de sus semejantes.

 

La tarea de los árboles

es humanizar el concreto:

reverdecer las fábricas,

llenar de flores el corazón de los poderosos.

 

La tarea de nuestros gobernantes

es mirar menos

hacia la izquierda y hacia la derecha

y dirigir la mirada al frente

donde suplican los ojos de los niños

hambrientos de pan, de equidad y de justicia.

 

La tarea de los pobres

es engendrar y concebir

menos niños para los semáforos

menos hombres y mujeres

para la indigencia y la guerra.

 

La tarea de Suramérica

es declararse zona libre de conflictos,

desarmar los ejércitos y los corazones.

 

La tarea del poeta

es construir con palabras

nuevos caminos de hermandad,

reconciliación, paz y libertad.

 

Carlos Gerardo Orjuela Betancourt

 

 

Carlos Gerardo Orjuela Betancourt


 

 Callémonos un rato

 

Hemos hablado mucho, compatriotas,
¿porqué no nos callamos
para que la palabra se maduren
en medio del silencio
y se vuelvan arroz,
cajas de pino, escobas,
duraznos y manteles?
Hacemos mucho ruido
y repetimos la palabra muerte
hasta que la matamos.
Decimos mucho corazón
y gastamos el fruto más hermoso del pecho.
Lo que importa es el río,
no su nombre.
Lo que interesa es pan
y no discursos
sobre las propiedades de la harina.
El mar es bello porque es mar
y no porque lo cantan los poetas,
y existirían piñas
aunque no se llamaran como llaman.
Bajo la tierra crece la semilla
porque el surco no habla
ni le pone adjetivos a la espiga.
Un hombre que se calla largamente
se convierte en camino,
y si guarda silencio su mujer
puede volverse viaje.
Callémonos un rato,
al menos para ver qué le sucede
a la palabra uva.
Es posible que crezca y se derrame
hasta llenar el mundo de dulzura
y cascadas de vino.

Carlos Castro Saavedra




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