LA TAREA
La tarea de las aves
es llevarnos a volar
sobre la libertad de sus gorjeos,
regalarnos en su vuelo
la majestuosidad de sus colores.
La tarea de los maestros
es llenar los cuadernos de sus alumnos
de sensibilidad ante la belleza
y ante el dolor de sus semejantes.
La tarea de los árboles
es humanizar el concreto:
reverdecer las fábricas,
llenar de flores el corazón de los poderosos.
La tarea de nuestros gobernantes
es mirar menos
hacia la izquierda y hacia la derecha
y dirigir la mirada al frente
donde suplican los ojos de los niños
hambrientos de pan, de equidad y de justicia.
La tarea de los pobres
es engendrar y concebir
menos niños para los semáforos
menos hombres y mujeres
para la indigencia y la guerra.
La tarea de Suramérica
es declararse zona libre de conflictos,
desarmar los ejércitos y los corazones.
La tarea del poeta
es construir con palabras
nuevos caminos de hermandad,
reconciliación, paz y libertad.
Carlos Gerardo Orjuela Betancourt
Carlos Gerardo Orjuela Betancourt
Callémonos un rato
Hemos hablado mucho, compatriotas,
¿porqué no nos callamos
para que la palabra se maduren
en medio del silencio
y se vuelvan arroz,
cajas de pino, escobas,
duraznos y manteles?
Hacemos mucho ruido
y repetimos la palabra muerte
hasta que la matamos.
Decimos mucho corazón
y gastamos el fruto más hermoso del pecho.
Lo que importa es el río,
no su nombre.
Lo que interesa es pan
y no discursos
sobre las propiedades de la harina.
El mar es bello porque es mar
y no porque lo cantan los poetas,
y existirían piñas
aunque no se llamaran como llaman.
Bajo la tierra crece la semilla
porque el surco no habla
ni le pone adjetivos a la espiga.
Un hombre que se calla largamente
se convierte en camino,
y si guarda silencio su mujer
puede volverse viaje.
Callémonos un rato,
al menos para ver qué le sucede
a la palabra uva.
Es posible que crezca y se derrame
hasta llenar el mundo de dulzura
y cascadas de vino.
Carlos Castro Saavedra
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