A Ana Mercedes Vivas
Cuando era necesario elegir
entre el pan y las flores
comprábamos las rosas.
Una taza de café, negro y solo,
nos bastaba.
Y nuestro amor.
Y un libro de poemas.
Estabas tú, invisible todavía,
niña de las canciones.
Nosotros fuimos tu camino:
jamás dudes
entre el pan y las flores.
Maruja Vieira
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