Duélete:
como una vieja estrella fatigada
te ha dejado la luz. Y la criatura
que iluminabas
(y que iluminaba tus ojos ciegos a las nimias cosas
del mundo)
como una vieja estrella fatigada
te ha dejado la luz. Y la criatura
que iluminabas
(y que iluminaba tus ojos ciegos a las nimias cosas
del mundo)
ha vuelto a ser mortal
Todo recobra
su densidad, su peso, su volumen,
ese pobre equilibrio que sostiene
tu nuevo invierno. Alégrate.
Tus vísceras ahora son otra vez tus vísceras
y no crudo alimento de zozobras.
Ya no eres ese dios ebrio e incierto
que te fue dado ser. Muerde
el hueso que te dan,
llega a su médula,
recoge las migajas que deja la memoria
Todo recobra
su densidad, su peso, su volumen,
ese pobre equilibrio que sostiene
tu nuevo invierno. Alégrate.
Tus vísceras ahora son otra vez tus vísceras
y no crudo alimento de zozobras.
Ya no eres ese dios ebrio e incierto
que te fue dado ser. Muerde
el hueso que te dan,
llega a su médula,
recoge las migajas que deja la memoria
Piedad Bonnett
de Las tretas del débil (2008)
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